sábado, 26 de octubre de 2013

ESPINELA: EL RUBÍ LIGHT O LA REINA DEL "GATO POR LIEBRE"

La espinela es digamos que el "rubí light" por aquello de las odiosas comparaciones. Pero es curioso y no dejo pensar en la cantidad de "rubíes-espinelas" que habrá por ahí presumiendo de alcurnia pedreril.

La espinela es un mineral de fórmula química MgAl2O4. Pertenece al grupo de los óxidos, cristaliza en sistema cúbico, tiene una dureza de 8 en la Escala de Mohs, fractura irregular, brillo vítreo y raya blanca. La espinela constituye una familia de gemas de colores muy diversos debidos a la presencia de impurezas en sus cristales. La más popular de todas ellas, la espinela roja, era muy apreciada en la Edad Media.


Su propiedad más importante es su gran parecido con el rubí, que se da en los ejemplares a los que la Madre Naturaleza ha bendecido con su característico color rojizo . Puede tener varios colores, del blanco al azul, pasando por el verde, aunque la más apreciada es la piedra de color rojo magnificado por el óxido de hierro en combinación con el magnesio. Existe, no obstante, una rara variedad de espinela de color azul cobalto muy apreciada.

Su nombre proviene del latín espna, que significa espina, en referencia a sus cristales afilados, ya que se presenta normalmente en forma octaédrica.



Espinela (arriba) y Rubí (siguiente)... jejeje,como para preocuparse en eso del "gato por liebre".





otro ejemplar de espinela ¿....?


Como curiosidad, conocer que ha sido confundida en la antigüedad miles de veces con el rubí; prueba de ello es que muchas de las joyas de la Corona Británica consideradas, en el pasado, como rubíes, son, en realidad, espinelas.




Piedra mágica que ahuyentaba la melancolía, la espinela roja ha sido considerada durante mucho tiempo un carbunclo, nombre que se daba a las piedras preciosas que, como el rubí o el granate, se suponía que en la oscuridad brillaban como un carbón encendido.
Antiguamente la espinela se empleaba con frecuencia en las prácticas de magia en sustitución del rubí, por considerarse que ambas piedras compartían las mismas vibraciones energéticas positivas. Asimismo, la espinela se solía emplear para montarla en joyas nobiliarias y eclesiásticas, en lugar del rubí (en muchos casos con buena fe, porque no se hacía distinción entre ambas piedras).

Una magistral creación con ¡¡espinelas!!. Tela ¿eh?

Como puedes ver, bien dice el dicho, que no es oro todo lo que reluce.

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